Nora y los espejos

por Nora Perusin

la sonrisa del gato de Cheshire, nueces partidas
sobre una alfombra persa.
Apenas un fragamento. Hubo tesoros que conservan el estado de vigilia. Astutas las imágenes,
cambian de vestido, la fina arena de la evocación,
el temblor con que se mueven las palabras. Creo en la ventana que se abre,
para dejar pasar una imperceptible penumbra. Creo en la palabra imperceptible.
Espejada, repito mi silueta, mi vestido.
seré seré
sin fin una
pregunta.