IX

por Nora Perusin

En el doble espacio que deja el paso de la luz

se aleja la sorda obstinación del amor bajo las sábanas

donde permanezco

en el doble espacio que deja el paso del amor

se entremezclan nuestros cuerpos

y la luz que lentamente rota.

Detalles de la anticipación

que se repiten tumultuosos

como la marca que deja el viento espeso en la sed